Recetas para fomentar la lectura en adolescentes
Aquí os dejo un resumen en seis puntos:
- No les imponemos en el colegio lecturas obligatorias, les damos a escoger entre una larga lista de lecturas optativas y cuando las han leído me reúno con ellos en el recreo o después de clase para hablar de sus impresiones.
- Intento evitar prejuicios hacia lo que ellos leen, acepto recomendaciones de lectura y procuro leerlas porque a ellos les hace ilusión que sea el profesor quien descubre un libro gracias a su recomendación.
- No controlo si se ha leído un libro con un cuestionario. Prefiero evitar un clima de sospecha y desconfianza. No hay ninguna razón para pensar que me están engañando. ¿Por qué deberían hacerlo? La lectura es voluntaria, solo para subir nota.
- Arranco novelas en clase. Leo las primeras páginas en una sesión e intento despertar en ellos la necesidad de seguir leyendo.
- Llego a clase diciendo que me siento apenado porque acabo de leer una novela que me encantaría recomendarles pero que no puedo hacerlo porque es “demasiado fuerte”. Siempre caen.
- Nunca les hago sentir inferiores intelectualmente por el hecho de no querer leer novelas o poesía. Entre otras cosas porque no creo que sea así. Les hago notar, eso sí, que creo que son más infelices.
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